DE 1980 A 1990 ESTA POBLACIÓN LOGRÓ DESARROLLAR UNA LUCHA
CON OBJETIVOS Y ESTRATEGIAS CLARAS. PEQUIVEN IGNORÓ LOS OBJETIVOS DE SALUD.
La comunidad de pescadores de El Hornito, fue víctima de violentos desalojos ocasionados por la petroquímica venezolana desde la instalación de su emplazamiento industrial en la costa nor-oriental del Lago de Maracaibo, a finales de la década de los años sesenta, así como tambien fue objeto de agresiones ambientales que mermaron la salud de la población con una alta incidencia de cáncer y malformaciones congénitas. Todo esto, gracias a los efectos contaminantes de los desechos lanzados a la atmósfera, terrenos adyacentes y al Lago de Maracaibo, por la Petroquímica de El Tablazo.
Existen evidencias documentales de presencia demográfica en el sitio denominado "El Hornito" hacia la tercera década del siglo XIX, que demuestran la existencia de cría de ganado caprino, y posterior desarrollo de la agricultura. Además, la economía pesquera de El Hornito hasta mediados del siglo XX era conocida por su practica de la pesca artesanal.
Desde la instalación de la petroquimica, durante más de 20 años El Hornito sufrió la invasión agresiva de gases tóxicos que causaron infinidad de emergencias de salud, como asfixia, quemaduras y dolores internos. La vegetación de la zona también fue afectada. Como resultado de los estudios científicos preliminares realizados en el área, la incidencia de enfermedades bronco-pulmonares y el cáncer han aumentado de manera alarmante.
Todo comenzó alrededor del mes de octubre de 1968, cuando representantes de la petroquímica, apoyados en la fuerza de la Guardia Nacional, con la ayuda de un camión y un tractor D-9, se dieron a la tarea de expulsar los habitantes localizados a lo largo de las playas, arrasando una hilera de viviendas de pescadores que, desde Mangles Salados hasta El Hornito, totalizaron la destrucción de casi 20 casas; así El Hornito cedía forzosamente el paso a El Tablazo, el verdadero tablazo eregido sobre las ruinas de la antaña aldea.
Hacia 1990, se describió la situación de salud de sus habitantes como producto de la vecindad del complejo,
Petroquimico de El Tablazo, de la siguiente manera:
"Los pobladores perdieron su capacidad olfativa, por no percibir olores evidentes para los visitantes, a excepción de concentraciones muy altas de los gases en el ambiente.
Las afecciones cutáneas fueron comunes en la población, presentándose burbujas, enrojecimiento, descamación, resequedad, agrietamiento y abrasiones en diferentes individuos.
Se extirpaban un promedio de 4 tumores en piel por semana. Los abortos se presentaron ya en el tercer trimestre de gestación y llegó a existir una alta incidencia de mortinatos.
Las estadísticas por cáncer se fue incrementando, desde 4.3% en la década de los 60s, 26.66% en la década de los 70s, hasta el 50% en la última década.
Actualmente existen 11 casos de malformaciones congénitas en esta población de 1.450 habitantes, se llego a indicar, sobre la base de las estadísticas que regularmente organizó la misma población a partir de la notoriedad de lo que estaba ocurriendo."
EN 1994 LA COMUNIDAD Y LOS REPRESENTANTES DE LA PETROQUÍMICA DE EL TABLAZO ACORDARON LA REUBICACION, AUNQUE IRRESPONSABLEMENTE PEQUIVEN SA NUNCA ASUMIÓ SU DEUDA HUMANA Y AMBIENTAL CON ESTA COMUNIDAD.
